domingo, 17 de marzo de 2013

Creer en Dios

Creer en Dios:

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno le pregunta al otro:

-¿Tu crees en la vida después del parto?

-Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.

-¡Tonterías! No hay vida después del parto, ¿Como sería esa vida?

-No lo sé pero seguramente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.

-¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca?, ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.

- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea solo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.

- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.

- Bueno, yo no sé cómo será exactamente después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.

- ¿Mamá? ¿Tu crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?

- ¿Donde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.

- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.

- Bueno, pero yo a veces cuando estamos en silencio, puedo oírla cantando y siento como acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que si hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...

¿Qué os hace pensar este texto?, ¿No es esta misma posición la que toman los que niegan a Dios?. Esta analogía debería hacernos reflexionar.

 Se puede llegar al conocimiento de Dios por medio de muchas vías y por el simple uso de la razón. Del mismo modo que el bebé tenía la esperanza de que habría una madre esperándole fuera e incluso llegaba a sentirla, nosotros los cristianos tenemos la esperanza de que Dios nos espera. Y que la vida no consiste solo  en una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.

Álvaro V.

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