Creo que no soy el único cuando digo que hubo un momento clave durante la convivencia de este año, que hubo un personaje que nos tocó a todos por dentro y que consiguió motivarnos con tan solo 45 excasos minutos.
Imagino que ya sabréis de quien hablo, de Carlos Andreu, un gran tipo y mejor speaker.
Menudas estratagemas para captar la atención del público, me incluyo cuando digo que como él no queda gente... La manera en la que empezó a hablarnos, diciendo que no tiene ningún mérito que sea licenciado en derecho por la universidad de Zaragoza, que aquello era una juerga y un cachondeo. Hasta aquí ya capto, al menos, el interés de unos cuantos.
Continuó contándonos lo que le ocurrió cuando aún era director de exportación de una compañía, en Ciudad del Cabo, que por no cenar solo, dejó que un desconocido se sentara a su lado. Éste le hizo una pregunta: las cuatro cosas por las que se levanta, las cuatro cosas más importantes de su vida.
Sin duda, lo que más llamo la atención fue la función de el trabajo, la familia, los amigos y la salud, que acababa representando un ataúd. El fin que debemos conseguir según decía Carlos Andreu es que esa función represente una cometa, para poder volar.
Acabo diciendo: "Cuanto más dejos estés de la cometa y más cerca estés del ataúd, tienes un problema. Coge la cometa y empieza a volar hacía la felicidad.
"Yo diría que lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz"
Victor Frankl
Álvaro H.
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