sábado, 23 de marzo de 2013

El hombre busca sobre la historia de casi todo

El hombre busca sobre la historia de casi todo:

Una belleza peligrosa, una cualidad que genera el placer de los sentidos. En las capas de la tierra el manto es el rey del mambo, las rocas sedimentarias son la caspa, y nosotros somos unos pobres piojos.

Aparte de pluma de escribir, categoría de boxeo y vello de ave, conocemos como superpluma a una belleza peligrosa. Ésta se asienta encima de un enorme punto caliente, un depósito de roca fundida de hasta 200 kilómetros bajo tierra hasta la superficie. Son los latidos del corazón de la tierra; los materiales que se sobrecalientan ascienden en un movimiento convectivo hacia la superficie debido a la diferencia de densidad y temperatura.

Esa belleza peligrosa provoca el calor del punto caliente y alimenta a todas las chimeneas, termas, géiseres y ollas de lodo burbujeante. Yellowstone es mi belleza peligrosa, concretamente un supervolcán.

"El tipo de superpluma sobre el que se asienta Yellowstone se parece a un vaso de Martini: estrecho por abajo, pero va ensanchándose cuando se acerca a la superficie para crear grandes cuencos de magma inestable". Pueden tener una anchura de 1.900 kilómetros.

Hay unas treinta plumas activas en la Tierra y muchas "han escrito" las Azores, las Canarias y las Galápagos.

La corteza de Yellowstone es fina y el mundo que hay debajo es caliente. Desde su primera erupción conocida de hace 16,5 millones de años, ha entrado en acción unas cien veces, ¡cada cual más monstruosa! No sucede a menudo, pero cuando suceda es mejor encontrarse a bastante distancia.

Por tanto, el volcán es la montaña más limpia, ya que echa ceniza y después "lava".








Álvaro H.

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