Ya se acerca el verano o por lo menos ya queda menos para él, contamos los días. Entonces empiezas a pensar en todo lo que harás, planeas cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo de tu próximo verano.
A esto es a lo que se le llama convencionalmente el "síndrome de verano", pasas un verano fantástico, piensas que ha sido el mejor verano de tu vida. Así que te pasas todo el año entero pensando en el próximo, quieres que se vuelva a repetir cada cosa, pero todavía mucho mejor.
De repente, ya llega ese verano, intentas hacer lo mismo. Sin embargo, te das cuenta de que todo ha cambiado, que ya nada es como antes, los amigos han madurado y ya no son los mismos, parece que los lugares de antes ya no son lo que eran, también han cambiado, nada es igual.
Y caes en la cuenta, los mejores momento fueron esos, ya han pasado y jamás volverán a repetirse igual que aquel verano...
Álvaro H.
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