sábado, 23 de marzo de 2013

Lo que podemos llegar a aprender de una simple anécdota.

Lo que podemos llegar a aprender de una simple anécdota.:

Dos niños patinaban en un lago congelado en Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados. De repente el hielo se rompió, y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo. El otro, viendo a su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a aporrear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir romper y liberara su amigo.

 Cuando los bomberos llegaron, y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño: 
 
- ¿Cómo conseguiste hacer eso? ¡Es imposible que consiguieras partir el hielo siendo tan pequeño y con tan pocas fuerza!.
En ese momento apareció una mujer de aspecto muy pobre, y dijo:

-Yo sé cómo lo hizo.
 
-¿Cómo?- le preguntaron.

-Es muy sencillo, no había nadie para decirle que no era capaz.

La conclusión que podemos obtener de esta breve historia es que nos preocupemos por nuestra conciencia, y no por nuestra reputación. Porque nuestra conciencia nos indica que somos lo que somos, y nuestra reputación es lo que somos para los demás


Manu.A

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