No querer querer:
No sé si a vosotros os ha pasado alguna vez, pero la sensación es lamentable. Ves un problema en tu vida que sabes que debes cambiar cuanto antes, y al proponerte hacerlo de inmediato te das cuenta de que te gusta esa situación problemática, y no puedes evitar sentir algún tipo de atracción extraña hacia ella, que no quieres querer sentir.
Muchas veces he oído aquello de "el hombre es el único capaz de caer dos veces sobre la misma piedra", eso no es lo peor, hay veces que le cogemos gusto a esa piedra y dejamos de luchar por intentar evitarla, ahí es cuando nos damos cuenta de que la carne tira mucho de nosotros y que de alguna manera se puede decir que somos sus esclavos.
Para evitar dicha esclavitud hay que ser moderados en las cosas pequeñas, tener las pasiones firmemente controladas por la razón, para llegar a saber manejarnos con total libertad en las cosas de mayor importancia.
Rafael I.
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