El humo de los cigarrillos llenaba la habitación. Unos jugaban al póquer en la cama mientras que otros hablaban y bebían medio tirados en la moqueta. No era lo que quería, no estaba de humor. Volví a mi habitación del hotel y me tumbé en la cama, respondí algunos mensajes del móvil y encendí la tele. Solo daban mierda. Acabé apagándola y probé con la música, primero la del móvil y luego la de mi guitarra, pero nada. Pasaba de dormir así que volví a la habitación donde estaban casi todos y me incorporé al póker metiendo los 5 euros que pedían. Perdí todo en siete manos, deprimente. Volví a salir y el profesor que cuidaba de que los alumnos estuviésemos en nuestras habitaciones me vio por los pasillos y me mandó irme a mi habitación. Fui sincero con él, le dije que estaba sin sueño y le pregunté si me dejaba ir a la habitación de un amigo pero me dijo que no, que ya era tarde y que era mejor que intentase dormir. Me dirigí hacia mi habitación y cuando me perdió de vista me desvié hacia las escaleras para bajar al hall del hotel. Allí estaban dos profesores así que volví por dónde había venido.Manu B.
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